El presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, anunció que su gobierno renovará completamente su armamento militar a partir de 2011.
El mandatario dijo que el rearme era necesario debido a las crecientes tensiones políticas y militares por las que está pasando el mundo.
Moscú está preocupado por el crecimiento de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el terrorismo internacional y la amenaza de conflictos regionales.
El corresponsal de la BBC en Rusia, James Rodgers, informó que Medvedev ha identificado la modernización de sus armamentos nucleares estratégicos como una prioridad.
"Desde hace mucho tiempo preocupa a Rusia la expansión de la OTAN desde que finalizó la guerra fría. También han creado tensión los planes de EE.UU. de instalar un sistema de misiles de defensa en Europa del Este", dijo Rodgers.
En 2008, el Kremlin anunció un incremento en el gasto militar hasta el 2011. De esta forma se espera que, hasta ese año, Rusia gaste US$140.000 millones en la compra de armamento.
Momentos de crisis
El anunció se hace en momentos en que la economía rusa ha sido fuertemente golpeada por la crisis económica mundial.
Según analistas, las ganancias por los altos precios del petróleo habían ayudado al Kremlin a incrementar su presupuesto militar.
Sin embargo, en los últimos meses los precios se han mantenido a un promedio de US$40 por barril -en comparación a los US$100 del año pasado-, por lo que no se sabe de dónde saldrá el dinero para la modernización militar.
"A pesar de los problemas económicos tenemos que seguir adelante. El tamaño de las sumas de dinero para invertir se mantendrá como se había planeado", dijo Medvedev hablando por primera vez ante el ministerio de Defensa en calidad de comandante Supremo de las fuerzas armadas rusas.
Según Steve Eke -especialista de la BBC en Rusia- prácticamente no hay nada nuevo en el anuncio del mandatario ruso.
"El gasto de Rusia en Armamento se ha cuadruplicado en los últimos cinco años. Las amenazas de las que se habla han estado ahí desde finales de los años '90".
Según Eke, la línea oficial es que la industria militar -que permanece bajo el control del Estado- es una de las que más empleos crea y se trata del motor de la innovación científica en el país, por lo que el gobierno no puede permitir que caiga en bancarrota.
Otros analistas señalan que la guerra en Georgia expuso problemas técnicos con equipo y tácticas anticuadas en las fuerzas armadas, por lo que hubo muchas llamadas de atención para una modernización militar.
Nanyoly Mendez
CAF
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