La organización humanitaria noruega People’sAid considera que a la franja de Gaza le falta poco para estar en “la edad de piedra”. Todos los llamados del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, y de otros políticos para que Israel permita el paso de ayuda para los cerca de 1.5 millones de palestinos que allí viven han sido ignorados. Desde el 5 de noviembre Tel Aviv cerró esta área por los continuos lanzamientos de cohetes de milicianos palestinos.
Israel fue sometido este jueves en Ginebra a fuertes críticas en su primera aparición ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el contexto del llamado Examen Periódico Universal (EPU).
Tras expresar sus “reservas” concernientes al funcionamiento del Consejo el embajador israelí ante la ONU, AharonLeshnoYaar, expresó como preámbulo el deseo de su país de “demostrar humildad” en el EPU, pero sin “desistir de su cultura de los derechos humanos”.”Somos conscientes de las insuficiencias” en la materia.
Para Egipto, que como otros países árabes pidió el levantamiento del bloqueo de la franja de Gaza y el fin de la colonización, “Israel ha decidido ignorar sus obligaciones” en materia de derechos humanos.
Las informaciones de ONG así como de las agencias de la ONU en el zona sobre cómo se agrava cada vez más la situación son alarmantes, pese a que el ejército israelí niega una crisis humanitaria.
Señalan por ejemplo, que los bancos en Gaza se están quedando sin dinero por el bloqueo. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) no puede hacer la transferencia de los salarios de las decenas de miles de trabajadores en Gaza. Tan sólo la misión de la ONU para los refugiados palestinos UNRWA necesita 200 mil shekel (unos 40 mil euros) diarios para servir en los colegios una comida caliente al día a 200 mil niños necesitados.
“Estamos muy cerca de sentir en nuestras propias carnes lo que significa vivir en la elementalidad de la edad de piedra”, se afirma en un informe de People’sAid “escrito a la luz de las velas”, apunta el autor del reporte.
La única central eléctrica en Gaza no suministra electricidad porque Israel no permite el paso de suficiente diesel industrial, un combustible financiado por la Unión Europea. La consecuencia de esta situación: cortes de luz que se prolongan varias horas.
Y cuando llega de nuevo la luz, todos los aparatos se ponen en marcha y las redes se colapsan por sobrecarga, explica el director del departamento local de energía, Hussein Nabih.
La oficina de la ONU para la coordinación de la ayuda humanitaria señala en un informe que la mitad de todos los equipos del hospital Shifa de Gaza no funcionan por la falta de energía o refacciones.
En las últimas cuatro semanas Israel tan sólo ha abierto la frontera en tres ocasiones. En total pasaron 104 camiones con ayuda.
En otro asunto, las fuerzas de seguridad israelíes desalojaron a colonos y ultranacionalistas que ocupaban un edificio en la ciudad cisjordana de Hebrón, tras enfrentamientos que dejaron al menos 25 heridos.
Nanyoly Mendez
CRF
No hay comentarios:
Publicar un comentario