viernes, 7 de enero de 2011

La mafia rusa con un "ejército" de casi 100.000 criminales, controla pequeñas y medianas empresas en Rusia

A mediados de los años 80, en la Unión Soviética operaban 40 grandes grupos delictivos que eran la flor y nata de las mafias rusas y contaban con más de 1.000 pistoleros. Tras la desintegración de la URSS en 1991, el número de los mafiosos subió como la espuma.

Entre 8.000 y 10.000 bandas, que reúnen hasta a 100.000 criminales, actúan hoy en día en territorio ruso, según datos de la Interpol. Esta red criminal controla 40.000 empresas, tanto públicas como privadas, así como más de 500 bancos.

De todas las bandas mafiosas, más de un centenar han adquirido gran relevancia nacional e internacional, según las estimaciones de NikolaiOvchinnikov, jefe del departamento de lucha contra el crimen organizado del Ministerio del Interior ruso. "En Rusia operan actualmente al menos 100 importantes bandas criminales, integradas por entre 3.500 y 4.000 delincuentes. La mayoría de ellas están especializadas en delitos económicos", dice Ovchinnikov.

Según los datos oficiales, el año pasado las mafias cometieron 35.000 delitos en toda Rusia. El 70% de las bandas se dedican a los delitos económicos, y el resto, a la delincuencia común, como homicidios, secuestros, extorsión, atracos, narcotráfico y prostitución. "Las bandas mafiosas rusas tienen contactos en decenas de países, incluidas las antiguas repúblicas soviéticas", explica Ovchinnikov.

Las mafias controlan la mayoría de las empresas medianas y pequeñas dedicadas al comercio y los servicios, y también han logrado infiltrarse en importantes sectores como el energético, el maderero, la industria del automóvil, la pesca, y los puertos marítimos.

En el sector energético, las bandas criminales se dedican al robo de crudo de los oleoductos y la elaboración de gasolina en refinerías clandestinas. La mayoría de estas plantas operan en Chechenia y regiones vecinas. La tala furtiva, los incendios provocados de bosques y el contrabando de madera son los delitos más frecuentes en el sector maderero, especialmente en Siberia y el extremo oriental del país.

Ovchinnikov afirma que la irrupción de las mafias en los sectores claves de la economía ha sido posible con la ayuda de funcionarios corruptos. En el 2004, fueron implicados en casos de soborno funcionarios de la mayoría de las entidades públicas, "desde vicegobernadores hasta jueces y agentes de aduana". Ovchinnikov se refiere a los casos del teniente de alcalde de la ciudad de Ujtá, en el extremo oriental de Rusia, y del vicegobernador de Kaliningrado, enclave ruso en Europa.

La corrupción es especialmente importante en la Rusia rural, donde los funcionarios locales se quedan con hasta un 10% del producto de cualquier negocio.

La tendencia más alarmante registrada por los expertos rusos en la delincuencia organizada es que las mafias tienen lazos cada vez más estrechos con organizaciones terroristas. Las bandas mafiosas han aprendido a aplicar métodos terroristas en sus actividades.

"En la actualidad, somos testigos de una compenetración entre el llamado terrorismo clásico o ideológico y el crimen organizado. Los narcotraficantes y los traficantes de armas utilizan, cada vez más, explosiones y asesinatos para solucionar sus problemas. Las mafias cuentan con destacamentos de tipo militar capaces de llevar a cabo guerras no convencionales en determinadas regiones", declara a este diario OlegNechiporenko, excoronel del KGB y director general del Foro Antiterrorista y Anticrimen Ruso.Incluso la organización terrorista Al Qaeda intentó en varias ocasiones conseguir material nuclear con ayuda de la mafia rusa, según Friedrich Steinhaeusler, experto en control de armamentos de la Universidad de Stanford (EEUU). "Sabemos que hubo intentos concretos de Al Qaeda de procurarse material nuclear a través de representantes del crimen organizado ruso", afirma Steinhaeusler.

Nanyoly Mendez
CAF

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